Práctica. Rápida. Y perfecta. Sabe lo que cuesta el tiempo y lo distribuye a conciencia.
"¿Traes tu el postre el viernes?" le pregunté. "Vale. Ya haré algo."
Es una Thermomix lover convencida. Pero ella, a diferencia de esas nuevas aprendices de brujo a tecno-cocineras, sí sabe lo que hace, sí sabe cocinar y lo hace a la perfección. Con una distribución y economía del tiempo propia de ama de casa japonesa.
El viernes hicimos una cena "a la italiana", ella trajo el postre, una maravillosa tarta de chocolate blanco.
Puedo imaginarla, tan sólo dos horas antes de la cena, dando el baño a los niños, preparando la bolsa con los pijamas y biberones, arreglándose el pelo y haciendo la tarta. Rápida, económica, sabrosa y perfecta; así es su cocina y así distribuye ella su vida de forma excelente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario