Con mucho carbón, por favor.
No estoy seguro de haberlo contado ya en este blog, pero la historia de la salsa Carbonara es igual de incierta, opaca e imposible de contrastar como la mayoría de las recetas populares. El origen puede estar en la comida de los mineros italianos ya que los ingredientes de este plato son de fácil y larga conservación por lo que constituirían un alimento completo y de sencilla preparación para ellos. También existe la leyenda de que las tropas inglesas por Italia llevaban siempre en sus mochilas Bacon y mantequilla y en una de sus muchas estancias pidieron que les cocinaran algo con esos ingredientes; la Mamma italiana puso la pasta, el queso y los huevos y el resto ya es historia.
Particularmente me quedo con el origen minero ya que da en el clavo con un ingrediente fundamental en la receta: la pimienta. El nombre de Carbonara puede descender de "carbón", y la pimienta regando todo el plato recuerda al carbón que caía de las caras de los mineros al agacharse para comer su plato de pasta.
En fin, mineros o soldados ahí va la receta:
MACARRONES A LA CARBONARA S.O.S.
Ingredientes por persona:
-100 grs. de macarrones (rayados, please)
-80 grs. de panceta ahumada, o salada (o bacon).
-dos cucharadas soperas de mantequilla
-dos cucharadas soperas de queso Parmesano rayado
-una yema de huevo
En una olla del tamaño necesario para que después quepan todos los macarrones pondremos a calentar la mitad de la mantequilla y saltearemos -al gusto- la panceta. Mientras tanto coceremos la pasta sin pasarnos de sal -más tarde podemos necesitar ese agua y también la panceta puede ser bastante salada-.
Una vez cocidos los macarrones los vamos "pescando" con una espumadera y los introduciremos en la olla donde hemos salteado la panceta; bajamos el fuego al mínimo e introducimos primero el resto de la mantequilla, el queso y, por último, la yema de huevo.
Ahí es donde utilizaremos el agua de haber cocido los macarrones; dependiendo si la salsa nos gusta espesa o suelta añadiremos -a cucharadas- este agua. Yo la prefiero espesa; es un consejo.
Y ya está listo. Ocho minutos, nueve quizás???
Por último, ya en el plato, no olvidar de regar con abundante pimienta recién molida.