lunes, 18 de abril de 2011

Steak a la pimienta.


Hubo un tiempo no muy lejano en el que se peleó y discutió agriamente por la autoría de esta receta. Mucho antes de que pasara a ser plato imprescindible en bodas y celebraciones dominicales; mucho antes de que fuera regado con nata y Bovril, este bistec fue un gran hallazgo.
Los americanos dispersos por Europa y sus cócteles fueron los responsables de la invención de este "destrozapaladares". Más de tres personas en cuestión de meses reclamaron la autoría. El primero fue Emile Lerch, del "Restaurant Albert" en París, en un artículo publicado en 1.950 en el que afirmaba que, desde 1.930, recibía en su local una carne de ternera que, debido al proceso de congelación, resultaba muy suave pero insípida. En los años 30 los americanos no dejaban sus cócteles desde que pisaban suelo europeo, por lo que el cheff se vio obligado a introducir platos en su carta para este tipo de paladares adormilados por el alcohol y por otras sustancias de esos locos años de entreguerras. Un bistec suave con grandes dosis de pimienta fue perfecto.
Cuando Pierre Tassard, jefe salsero del restaurante "Maxim´s" también de París, leyó este artículo, enfureció y publicó otro reclamando también la autoría del plato en cuestión. En esta ocasión se decía que esta preparación era más antigua, de 1.920, y también creada expresamente para paladares anglosajones, no dormidos por el alcohol, sino insensibles a la delicadeza de la cocina francesa.
Podríamos continuar hasta el infinito, pero sería perder el tiempo. Nos quedamos con cualquiera de estas dos explicaciones ya que ambas están relacionadas con la -poca- cultura gastronómica y culinaria de los visitantes ingleses y americanos por tierras francesas. Gentes que hacían gala de su amor por el alcohol y por los cócteles y que, como dijo una actriz de Hollywood, con la aceituna del Martini ya tenían suficiente para cenar.
Al que realmente me gustaría encontrar sería al inventor de la versión española de esta receta; sí, ese que le añadió la nata y el Avecrem además de rebajar la cantidad y calidad de la pimienta utilizada. Localizarle para llevarle ante un tribunal gastronómico mundial y que pagara por el gran pecado de haber insensibilizado el paladar de tantos españoles que se creían muy elegantes por pedir en un domingo cualquiera un entrecot a la pimienta y dejar boquiabiertos a todos los familiares presentes. Seguro que este inventor criminal fue el mismo que perpetró aquello del bistec al roquefort. Pero eso ya es otra historia.
No soy amigo de recetar nada. No soy médico ni amante del Copia-Pega tan habitual en los blogs gastronómicos; que cada cual busque su receta. Tan sólo un par de cosas que considero indispensable a la hora de realizar este plato:
-La pimienta va a gustos: negra rota en grandes trozos, roja entera, verde fresca machacada, etc.
-Imprescindible la mantequilla para saltear la pimienta.
-Utilizar el jugo que suelta la carne si lo cocinamos todo en la misma sartén.
-Armañac, Coñac o Brandi para flambear la pimienta.
-Utilizar una carne tierna y hacerla al punto que más nos guste.
-Una vez cocinada la carne sacarla de la sartén y rectificar de mantequilla, pimienta y sal la salsa.

7 comentarios:

  1. Un buen post, Míchel, muy currao, escrito elegantemente y con pullitas a doquier. De verdad que cuando leo este blog me entra el hambre.

    En mi humilde opinión, considero a la nata el principal enemigo de toda salsa que se precie.

    Saludos, Chef.

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  2. Michel, explica a la peña lo que es el Bovril... es la única sustancia permitida que puede matar!

    Yo trabajé con gabachos, comía carne cruda...cruda, cruda y nos hacían catar la sangre...ahora, no como carne, me cuesta mucho!

    Tu consejos huelen a gabacho desde kilometros pero opino, que son fabulosos para conseguir un buen resultado!
    Respecto a la nata...si se la quitas a un frances, le matas!

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  3. Ja!!! Muy bueno eso de la nata. Tanto lo dicho por TRIPI como lo afirmado por MR. MIERDAS.
    No he trabajado con gabachos, lo más cerca fue en Donosti con Subijana -¿eso cuenta?-, pero esos cabrones saben cocinar!!!
    Me pasa lo mismo que a ti con la carne. No soporto el olor, muchas veces me dan arcadas; en casas ajenas tiraría a la basura los bistec que cocinan solo por el olor. No puedo participar de la matanza del cerdo ni en la elaboración de sobrassadas por el fuerte olor que desprende la carne picada del cerdo recién matado. Supongo que si alguien ha trabajado en una fábrica de quesos le pasará lo mismo.
    Un saludo, maestros...

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  4. Buena pinta tiene pero como no como carne paso.La podría hacer con bonito? Saludos monochef.

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  5. LOLI, hay una receta por ahí de lubina a la pimienta roja. Está bien.
    De todas formas utiliza siempre un pescado graso para este tipo de preparaciones. Sino el insulso y aburrido rape va bien con la pimienta.
    Un saludo.

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