domingo, 14 de noviembre de 2010

Son Catiu (y II)

El zumo recién exprimido.

Después de mi infructífera espera a la confirmación de ciertos datos sobre la tafona (almazara) de Son Catiu, ceso en mi intento, tiro la toalla y postearé los datos que pude recopilar referentes al año anterior. En defensa de Bernat, mi informador y anfitrión, diré que me emplazó a tener una reunión con uno de los socios de esta empresa inquera. Queda pendiente; no lo he olvidado. Después del "Dijous Bó" retomaremos el tema.

Componen esta tafona un total de 11 socios que desembolsaron inicialmente una  inversión de 2,5 millones de euros. La finca ocupa  20 quarterades (unos 140.000 metros cuadrados) en el término municipal de Inca. En la temporada de 2.008 poseía unas 1.200 oliveras de la variedad Arbequina aunque creo que ahora, y para campañas posteriores, se plantaron más y de otras variedades como la Mallorquina (o Empeltre) y la Picual.
En el 2.009 tuvo una producción de 120.000 Kg de olivas cultivadas convirtiéndose así en el máximo productor de la D.O. Mallorca.
Lo más importante es que dan un servicio completo al olivicultor; desde el asesoramiento, pasando por los trabajos directos en sus fincas y, por supuesto, todo el proceso que va desde la molienda de la oliva hasta el embotellado. Así pueden procesar cinco partidas diferentes de olivas a la vez; de esta manera el pequeño productor externo se llevará su propio aceite envasado sin mezclar con otros de otras fincas. La partida mínima a procesar es de 400 Kg. y el precio es de 72 euros. No se tarda más de 12 horas en todo el proceso desde que se recibe la aceituna hasta que se deposita en las garrafas que se lleva el olivarero, además trabajan toda la noche si es necesario ya que el calor del sol no es buen compañero para el proceso.
Los residuos del proceso se separan y, por una parte, la pasta se utiliza para abono de la misma finca y, por otra, el hueso o “pinyolí” para combustible de la caldera, con un rendimiento tal que 2 Kg de hueso equivalen a 1 litro de gasóleo. Lo más revolucionario del sistema es que la caldera se utiliza también para dar energía al aire acondicionado de todas las dependencias de la finca.
Su bar-restaurante-salón de catas y tienda no puede estar mejor. Desde un pa amb oli (pan mallorquín con tomate y aceite) con productos locales, pasando por tapas típicas mallorquinas hasta las mejores carnes locales a la brasa son una buena carta de presentación. En su tienda encontraréis todo tipo de aceite y productos relacionados. Si vais ahora y hasta el final de la campaña podréis comprar el aceite recién exprimido (auténtico zumo de aceituna) en unas elegantes botellas. Una experiencia que recomiendo a todos los que os guste experimentar con los sabores y olores auténticos y genuinos.
Sus “berenars” (almuerzo-desayuno-aperitivo matutino) en días laborales han conseguido ser auténticos a sus escasos tres años desde su apertura. Gente de la zona, olivareros, comerciales, “pagesos” (trabajadores del campo), etc; en fín un ambiente local y originario de la zona que recibe bien al turista o visitante ocasional. Los viernes y sábados por la noche está también concurrido aunque la tienda no permanece abierta. Un local amplio y cómodo para ir con niños o con grandes mesas de muchos comensales que tan difíciles son de encajar en locales pequeños.
El precio es ajustado, justificado y justo. Las carnes caras se pagan como dios manda, pero los productos de mercado y de temporada son asequibles. Sus tapas no son caras y sus pa amb olis (algunos incluso con carne o pescado) solucionan satisfactoriamente una cena con amigos y niños sin que el bolsillo se queje en exceso.
Ya me contaréis.

Depósitos de almacenaje refrigerados.

La pasta de aceituna en pleno proceso.


Almazara, Tienda y Degustaciones.
Ctra. Inca - Llubí (En la rotonda de Muro a Llubí)
07300. Inca. Mallorca.
Tel. Pambolería (Restaurante de degustaciones): 971 940 254.
Tel. Oficinas: 971 940 227.

4 comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...